domingo, 22 de noviembre de 2009

Normas, conductas y valores entre suelos y fogones, por Sonsoles San Román

Comenzamos el curso con la conferencia de Sonsoles San Román, socióloga y profesora de la UAM (personalmente, fue mi profesora el curso pasado en la asignatura "Sociología de la Educación").

Como bien dice el título, la conferencia se llamó "Normas, conductas y valores entre suelos y fogones".

Durante toda la conferencia, Sonsoles se estuvo refiriendo a las dos versiones de la Cenicienta más conocidas, la Francesa de Perrault, y la Alemana de los hermanos Grimm.

Uno de los aspectos más importantes que he sacado de esta conferencia es que la Cenicienta es un cuento completamente moral. Pero, ¿qué es moral? Desde el punto de vista del género (en concreto, de la época de la Cenicienta), a la mujer no se le atribuirá una ética, pero sí una moral, es decir, la mujer quedará sumergida en el ámbito de lo privado, de la vida familiar y el hogar. Sin embargo, la vida pública y política de la mujer, lo que llamamos ética, no saldrá a relucir. De esta manera la Cenicienta se diferencia de sus hermanastras ya que estas tendrán unos objetivos que irán más allá de la vida en el hogar.

La Cenicienta tiene miedo. Miedo de lo que la rodea (sus hermanastras y su madrastra), miedo de ser invisible, del ridículo, del desprecio..., así, oculta su belleza. El contexto en el que vive amezana crando valores y conductas para no desentonar con los modelos sociales de la época. Está obligada a vivir reculida entre unas pareces que forman un hogar que hacen que se creen valores morales de sumisión, sacrificio, entrega y paciencia.

¿Podemos destacar algunos elementos en este cuento?

Sí. A continuación nombraré algunos de éstos que se mencionaron en esta conferencia.

Cenizas: Nacen del fuego, de la fuerza qué éste desprende al arder, por lo que podemos decir que las cenizas están ligadas a la fragilidad. Además, al dormir sobre las cenizas podemos ver una relación entre éstas y la madre de Cenicienta, que está muerta.

Fuego: Es símbolo de lo efímero, muy relacionado con la imaginación y lo imaginario, aunque puede ser peligroso, pues puede quemar y hace que miremos en la distancia.

Naturaleza: Muy relacionado con la magia; la madre naturaleza, la semilla, el árbol, los deseos y las esperanzas se ven reflejadas en la religión que conducirá a Cenicienta a un premio, conseguido gracias al sacrificio.

Patriarcado: Cenicienta vive en el hogar en el que vivia con su Padre, mandada por su madrastra y hermanastras para ser la criada de éstas y del hogar. A través de su matrimonio con el Príncipe pasa de ser la mujer del hogar de su Padre para ser la mujer del hogar del Príncipe. Pasa del sufrimiento a la protección del Príncipe (en la versión francesa) o de su madre (en la versión alemana).

¿Qué es la mujer? ¿Es aquella Circe enigmática que convierte en cerdos a los hombres, haciéndoles regresar a sus instintos, a su naturaleza animal, como decía C. Molina Petit? O, ¿es aquella mujer que hace malo al hombre bueno?

Para mí, la mujer no es ni buena ni es mala, no convierte a los hombres en cerdos ni hace maravillas en el hogar. La mujer simplemente es una palabra que generaliza a un tipo de personas caracteriazadas por una serie de elementos, como la vagina, el útero, los pechos, etc. No podemos definir el concepto de mujer moralmente ya que cada mujer es diferente e, igual que el hombre, habrá mujeres "buenas" y mujeres "malas".

Para filosofos como Kant, la mujer no podía estar relacionada al ámbito de la inteligencia, de la cultura... no podía entender, sino sentir (moral frente a ética). Por otro lado, para Rousseau, la mujer debe guiar al hombre, como ser superior, en los temas morales como es lo estéticamente bello.

Como conclusión final de toda la ponencia me gustaría añadir que, personalmente, la Cenicienta es un cuento que marca diferencias tanto en su versión francesa como en su versión alemana. Por tanto, podemos ver que el papel llevado a cabo por la mujer, representado por Cenicienta, es un papel casi protagonista, y digo casi porque en ningun momento del cuento la Cenicienta da su opinión, por lo tanto da una imagen de mujer sumisa en su hogar, que parece que se rebela al casarse con el Príncipe pero que, en realidad, no es así, ya que solamente pasa de fregar el suelo de la cocina de la casa de su padre y su madrastra para ser la mujer del hogar del Príncipe. Podemos ver a lo largo de la historia miles y miles de Cenicientas. Aunque pensemos que actualmente hemos avanzado mucho en nuestra concepción de la mujer, aun nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.

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